¿Sabías que más del 30% de la sociedad padece halitosis? El problema del mal aliento puede producirse por muchos factores: una mala alimentación, poca higiene dental, el tabaco o el alcohol, entre otros. Visitar periódicamente a tu dentista es clave para un diagnóstico y tratamiento eficaz contra la halitosis, pero empezar por uno mismo nos podrá sacar de muchos aprietos. Te ofrecemos una guía definitiva para combatir la halitosis.
La falsa creencia de no tener tratamiento
El principal problema de muchos pacientes que padecen halitosis es que no son conscientes de tener este problema bucal, además de creer que el mal aliento no tiene un tratamiento clínico específico o no es el dentista el profesional que puede llevar a cabo un diagnóstico y tratamiento para combatirlo.
Una mala higiene bucodental, las caries o la periodontitis son las principales causantes del mal aliento, de hecho, más del 80% de los casos de la halitosis tiene su origen en la cavidad bucal, mientras que menos del 20% restante pueden tener relación con problemas digestivos u otras afecciones.
¡Dale especial atención a tu limpieza!
Como ya hemos adelantado, más del 80% de los casos de halitosis provienen por problemas de salud dental. La acumulación de bacterias entre los dientes, encías y dorso de la lengua causan unos olores desagradables, especialmente cuando llevan tiempo retenidas en el interior de la boca. Por ello, dale especial atención a tu higiene y limpieza dental.
Cuando te cepilles los dientes después de cada comida, recuerda prestar atención a las zonas internas de la dentadura. Dedícale el mismo tiempo al cepillado de los dientes externos como a los internos, de hecho, es la zona de la boca donde más se suele acumular la placa bacteriana y los restos de alimentos. Tras ello, recuerda la importancia de usar la seda dental y enjuague bucal.
La importancia de beber mucha agua
Es importante mantener la boca oxigenada e hidratada, y en este aspecto, el agua es la principal medicina. Beber, al menos, dos litros de agua diarios nos va a ayudar a mantener nuestro cuerpo y boca bien hidratados, fomentar la salivación y evitar la sequedad bucal. La falta de saliva o sequedad puede aumentar considerablemente la aparición de caries y acumulación de la placa bacteriana en nuestros dientes, por lo que puede provocar halitosis y mal sabor de boca.
Reduce el consumo de ajo, cebolla y salsas picantes
Hay ciertos alimentos con alto grado de acidez o grasa que pueden ser responsables directos del mal aliento. El ajo, la cebolla y las salsas picantes suelen ser las más comunes, pero también hay otros alimentos que pueden causar este daño. Los productos lácteos, principalmente los quesos grasos, el atún enlatado, el alcohol y los refrescos también suelen estar muy relacionados con la halitosis. Es importante reducir considerablemente su consumo.
¿Sabías que masticar un trozo de limón después de comer o mascar chicles sin azúcar de menta favorecen un aliento fresco y sin mal olor? Además, usar un buen elixir bucal después del cepillado va a favorecer la eliminación al 100% de posibles restos de alimentos y la placa bacteriana acumulada.
El tabaquismo y el mal aliento
Según los expertos, fumar favorece la halitosis. Esta afirmación se debe a que el tabaco provoca una alteración en la flora bacteriana y reduce la segregación de saliva, dos claves fundamentales que sirven para eliminar la placa bacteriana de la boca y evitar infecciones como la periodontitis o caries, patologías muy relacionadas con el mal aliento.
Si con estos consejos no consigues eliminar el problema del mal aliento, te recomendamos acudir a nuestra clínica para conocer el origen exacto de esta anomalía y poner tratamiento clínico. ¡Confía en nosotros! Llámanos y pide cita en el 954 36 14 02 o, si prefieres, acude a nuestra centro en la avenida de Pino Montano, 10 (Sevilla). ¡Estaremos encantados de atenderte!
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