Los niños deben acudir al dentista al menos una vez al año. Es importante no infundirles pensamientos o ideas negativas sobre los dentistas para evitarles un temor innecesario. Los niños no deben tener miedo al dentista. Deben acudir con la tranquilidad y seguridad de que todo estará bien y no existe ningún peligro. ¿Sabes cómo hacerlo? Te damos algunas ideas para que la visita al dentista se convierta para los más pequeños en toda una aventura.
Llévalos al dentista desde temprana edad
Cuanto más temprano empiecen los niños a visitar a un dentista, será más fácil que se acostumbren a recibir este tipo de atención médica. Te recomendamos llevarlo desde el momento que empiezan a salirle sus primeros dientes de leche, una etapa fundamental para realizarle revisiones periódicas y preventivas para verificar que todas las estructuras se desarrollen de forma adecuada.
Habla con él, pero ¡no entres en detalles!
Es importante hablar con los niños para que tengan información de lo que hace el odontólogo y la importancia de tener una boca sana, pero recuerda, no entres en detalles sobre lo que le harán, las posibles molestias o explicación sobre los utensilios habituales como pinzas, líquidos o el compresor de aire. Si conocen este tipo de detalles pueden asustarse más.
Evita sobornos
No promuevas ningún tipo de soborno, como por ejemplo: “Si no lloras te compro un paquete de chucherías”. Este tipo de acciones lleva al niño a pensar que ya existe de antemano un motivo en el dentista para llorar, lo que generará en ellos un temor innecesario.
Acude a una clínica de referencia
Si es la primera vez que llevas al niño al dentista, es importante escoger un profesional o clínica de referencia, con un equipo que sepa atender a los más pequeños, de lo contrario la situación puede ser negativa para ellos.
Con más de 30 años de experiencia en Sevilla, nuestra clínica ofrece un trato atento y cercano a todos los pacientes y a los niños ¡no podía ser menos!
Distráelos durante el tiempo de espera
En muchas ocasiones, acudir al dentista conlleva un rato de espera en la sala, por lo que es esencial que los niños se distraigan y no piensen o escuchen los aparatos o incluso las conversaciones ajenas. Llévale su juguete favorito, un cuento o cuadernos para pintar o colorear. Distraerlos con su actividad favorita hará que el tiempo de espera no se convierta en una desesperación.
Juega y crea hábitos de higiene bucodental
Una buena opción es jugar al dentista con tus hijos en la comodidad de tu casa. Muéstrales la naturalidad de acudir a los profesionales odontólogos, y recrea situaciones habituales como el uso del espejo, la limpieza bucodental o el manejo del cepillo de dientes. Con esta sencilla actividad verán que es algo simple, cotidiano y que no tiene por qué ser traumático, además de crearles un hábito de higiene bucodental.
Refuerza su actitud positiva
Si los niños han tenido un buen comportamiento durante la visita refuerza esa buena actitud y experiencia con palabras positivas o incluso con pequeños “regalos” o gestos como puede ser ponerles su comida favorita o ir un rato al parque. Si recompensas su buen comportamiento, su actitud será mucho más abierta la siguiente vez que acuda al dentista.
¿Y tú? ¿Qué haces para que tu hijo venga al dentista con naturalidad? Cuéntanos y comparte tu experiencia. En Molina Clínica Dental nos preocupamos por la salud bucodental de los más pequeños, creándoles una situación confortable y relajada en su visita a nuestra clínica.
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